Haya de la Torre: "Que es el A. P. R. A."

(Traducido de “The Labour Monthly”, Londres)

La organización de la lucha anti-imperialista en América latina por medio de un frente único internacional de trabajadores manuales e intelectuales (obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales, etcétera), con un programa común de acción política, eso es la A. P. R. A. (Alianza Popular Revolucionaria Americana). 

El programa internacional de la A. P. R. A. consta de cinco puntos generales, que servirán de base para los programas de las secciones nacionales de cada país latino americano. Los cinco puntos generales son los siguientes:

1° Acción contra el imperialismo yanqui. 
2° Por la unidad política de América latina. 
3° Por la nacionalización de tierras e industrias.
4° Por la internacionalización del Canal de Panamá.
5 Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

La A. P. R. A. —que viene a ser el Partido Revolucionario Anti imperialista Latino-Americano— es una nueva organización internacional formada por la joven generación de trabajadores manuales e intelectuales de varios países de América. Fue fundada en diciembre de 1924, cuando los cinco puntos generales de su programa fueron enunciados, y en dos años ha logrado ya organizar algunas secciones nacionales, no muy numerosas todavía por el breve tiempo transcurrido. La A. P. R. A. cuenta ya con una vasta sección en el Perú y células en México, la República Argentina, América Central, etc., y con una sección europea cuyo centro actual es París, donde se halla organizada una célula bastante numerosa de estudiantes y obreros con subsecciones en Alemania. España e Inglaterra. El Comité Ejecutivo ha residido hasta hoy en Londres.

La A. P. R. A. organiza el Gran Frente Unico Anti imperialista y trabaja por unir en ese frente a todas las fuerzas que en una forma u otra han luchado o están luchando contra el peligro de la conquista que amenaza a nuestra América. Hasta 1923, ese peligro fué presentido e interpretado diversamente. Para unos era un conflicto de razas (sajones y latinos), para otros un conflicto de culturas o una cuestión de nacionalismo. De las Universidades Populares González Prada del Perú surgió una nueva interpretación del problema y especialmente de la forma de acometerlo. Se habla ya enunciado el hecho económico del imperialismo. pero no sus características de clase y la táctica de lucha para defendernos de él. De las Universidades Populares González Prada se lanza la primera voz en este sentido en 1923, invocando la unión de la juventud de trabajadores manuales e intelectuales para una acción revolucionaria contra el imperialismo (véase "Córdoba", primera semana de febrero de 1924). En el año de 1924 la primera Liga Anti imperialista Panamericana fué fundada en México y la Unión Latino Americana en Buenos Aires. La Liga Anti imperialista fué el primer paso concreto hacia la unión del frente único de obreros, campesinos y estudiantes, proclamado por las Universidades Populares González Prada del Perú bautizado con sangre en la masacre de Lima del 23 de mayo de 1923. por el gobierno del Perú, "made in U. S. A.”. La Unión Latino Americana de Buenos Aires fue fundada como el frente único de los intelectuales anti imperialistas. Pero la Liga Anti imperialista Panamericana no enunció un programa político sino de resistencia al imperialismo, la Unión Latino Americana se limitó a fines de acción intelectual. Cuando a fines de 1924 se enuncia el programa de la A. P. R. A. presenta ya un programa revolucionario de acción política y de llamamiento a todas las fuerzas dispersas a unirse en un solo frente único.

La historia de las relaciones políticas y económicas entre América latina y los Estados Unidos, especialmente la experiencia de la Revolución mexicana, nos llevan a las siguientes conclusiones:

1° Las clases gobernantes de los países latinoamericanos, grandes terratenientes, grandes comerciantes y las burguesías son aliadas del imperialismo.

2° Esas clases tienen en sus manos el gobierno de nuestros países a cambio de una política de concesiones, empréstitos u otras operaciones, que los latifundistas, burgueses, grandes comerciantes y los grupos o caudillos políticos de esas clases negocian o participan con el imperialismo.

3° Como un resultado de esta alianza de clase, las riquezas naturales de nuestros países son hipotecadas o vendidas, la política financiera de nuestros gobiernos se reduce a una loca sucesión de grandes empréstitos y nuestras clases trabajadoras, que tienen que producir para dos amos, son brutalmente explotadas.

Víctor Raúl Haya de la Torre en uno de sus tantos coloquios en la Casa del Pueblo.

Como el problema es común a todos los países latino americanos en los que las clases gobernantes son aliadas del imperialismo y explotan unidas a nuestras clases trabajadoras, no se trata, pues, de una aislada cuestión nacional, sino de un gran problema internacional para todas las repúblicas de América latina. Sin embargo, la política de las clases gobernantes, que coopera en todo a los planes imperialistas de los Estados Unidos, agita los pequeños nacionalismos, mantiene divididos o alejados a nuestros países unos de otros y evita la posibilidad de la unión política de América latina, que formaría un vasto país de ochenta millones de millas cuadradas y más o menos noventa millones de habitantes. Pero las clases gobernantes cumplen muy bien los planes divisionistas del imperialismo y agitan "causas patrióticas": el Perú contra Chile, Brasil contra Argentina, Colombia y Ecuador contra el Perú, etc. Cada vez que los Estados Unidos intervienen como "amigable componedor" o "árbitro" de graves cuestiones internacionales latinoamericanas. Su táctica es fingir pacifismo pero dejar podrida la manzana de la discordia. La reciente cuestión de Tacna y Arica entre el Perú y Chile es la más clara demostración de esta política del imperialismo. Nadie sabe mejor que la burguesía yanqui que terminada definitivamente la cues- peruano chilena, en cualquier forma, la unión de América latina habría derribado el obstáculo de más importancia y un gran paso hacia el frente unido de nuestros pueblos se habría dado. Por eso, el imperialismo prefiere aparecer como fracasado en su acción sobre Tacna y Arica y perder su autoridad diplomática como árbitro internacional en América latina, antes que poner fin a una cuestión que favorecería la organización de una fuerza formidable contra el imperialismo. Por eso ha dejado la cuestión más agitada que antes y en su política de divisionismo ha tenido como aliados a los súbditos del imperialismo que gobiernan Chile y sus esclavos que gobiernan el Perú.

Nuestra experiencia histórica en América latina, y especialmente la muy importante de la historia contemporánea de México, nos demuestra que el inmenso poder del imperialismo yanqui no puede ser afrontado sin la unidad de los pueblos latino americanos. Pero como contra esta unidad conspiran, ayudándose mutuamente, nuestras clases gobernantes y el imperialismo, y como éste garantiza y ayuda a aquéllas el mantenimiento del poder político, el Estado, como instrumento de opresión de una clase sobre otra, deviene arma de nuestras clases gobernantes nacionales y arma del imperialismo, para explotar a nuestras clases productoras y mantener divididos a nuestros pueblos. Consecuentemente, la lucha contra nuestras clases gobernantes es indispensable; el poder político debe ser capturado por los productores; la producción debe socializarse y América latina debe constituir una federación de Estados. Este es el único camino hacia la victoria sobre el imperialismo y el objetivo político de la A. P. R. A., como Partido Revolucionario Internacional Anti imperialista.

Dentro del sistema capitalista y de acuerdo con la dialéctica de su proceso histórico, la América latina devendrá seguramente una colonia yanqui. Los Estados Unidos son hoy los dueños económicos del mundo. The New York Times del 27 dé junio de 1926 publica las siguientes cifras de inversiones norteamericanas en el mundo, sin incluir las enormes deudas de guerra:

Los Estados Unidos tienen invertidos en Asia, S 1.000.000.000; en Europa, $ 2.000.000.000; en Australia, $ 1.000.000.000; en Canadá, pesos 2.500.000.000, y en América latina pesos 4.100.000.000.

Esta introducción de capitales en América latina crece de día en día. De junio a octubre se han invertido más de $ 50.000.000 sobre la suma arriba copiada. Los recientes conflictos entre México y los Estados Unidos del Norte nos demuestran que México no ha podido, a pesar de sus esfuerzos, nacionalizar su petróleo hasta hoy y que pesa sobre él la amenaza de una invasión militar yanqui, que trataría de defender los intereses de la poderosa Standar Oil Company. (El capital petrolero yanqui en México es de 614. 847. 263 millones de pesos.) La enmienda Platt de la Constitución de Cuba y los casos de Panamá, Nicaragua, Santo Domingo, Honduras, Haití, nos prueban que la soberanía nacional se pierde en América latina proporcionalmente al aumento de las inversiones del capitalismo yanqui en nuestros países. La nacionalización de la tierra y de la industria, y la organización de nuestra economía sobre las bases socialistas de la producción es nuestra única alternativa. Del otro lado está el camino del coloniaje politico y de la brutal esclavitud económica.

El canal de Panamá en poder de los Estados Unidos del Norte es uno de los más graves peligros para la soberanía de América latina. El programa internacional de la A. P. R. A. proclama francamente la "internacionalización de Panamá" como objetivo político continental. El doctor Alberto Ulloa, profesor de Derecho Internacional de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, Perú, escribe apoyando esta tesis: "El canal de Panamá debe ser internacionalizado… No es posible permitir a los Estados Unidos el ejercicio del gobierno supremo de Panamá". (Carta abierta al presidente de la Federación de Estudiantes de Panamá, junio de 1926.) La internacionalización de Panamá, como aspiración de los pueblos latino americanos ha sido uno de los puntos políticos del programa de la A. P. R. A. de mayor trascendencia.

La A. P. R. A. representa, consecuentemente, una organización política en lucha contra el imperialismo y en lucha contra las clases gobernantes latino americanas, que son auxiliares y cómplices de aquél. La A. P. R. A. es el Partido Revolucionario Anti imperialista Latino Americano que organiza el Gran Frente Unico de Trabajadores manuales e intelectuales de América latina, unión de obreros, campesinos, indígenas, etc., con los estudiantes, intelectuales de vanguardia, maestros de escuela, etc., para defender la soberanía de nuestros países. La A. P. R. A. es un movimiento autónomo latino americano sin ninguna intervención o influencia extranjera. Es el resultado de un expontáneo anhelo de nuestros pueblos para defender unidos su libertad, venciendo a los enemigos de dentro y de fuera. Las experiencias históricas de México, América Central, Panamá y las Antillas y la presente situación del Perú, Bolivia y Venezuela donde la política de "penetración" del imperialismo se deja sentir fuertemente, han determinado la organización de la A. P. R. A. sobre bases completamente nuevas y proclamando métodos de acción realistas y eficaces. La palabra de orden de la A. P. R. A. sintetiza sin duda la aspiración de veinte pueblos en peligro: "Contra el imperialismo yanqui, por la unidad política de América latina, para la realización de la Justicia Social".

Londres, noviembre 1926.

¡Latino americano! Adhiérase al gran movimiento que representa la A. P. R. A. Unase a las filas del gran partido anti imperialista latino americano que va a luchar por la libertad de nuestros pueblos. ¡América latina está ya en la segunda guerra de la independencia! ¡Las banderas de la A. P. R. A. son las banderas de lucha de la nueva generación contra el temible conquistador!

A. P. R. A.

*Claridad. Revista de arte, crítica y letras, tribuna del pensamiento izquierdista. Año 9, Nº 215, Buenos Aires, 27 septiembre de 1930.

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